Noruega y su 17 de mayo

Noruega me persigue. Lleva haciéndolo mucho tiempo. No había acabado la universidad cuando mis padres, tras un crucero por los fiordos, me trajeron la primera postal ilustrada con unos simpáticos trolls. Pensé que me traerían buena suerte y durante años, muchos años, tuve aquella postal pinchada en la pared junto a «mi» cama. No sabía por entonces nada de la historia de esos seres legendarios. Hoy tengo la mía propia en su morada, el país de los pinos más altos, los ríos con más agua y las noches y los días más eternos. El país de las cabañas con tejados de hierba, la riquísima  rekesalad (ensaladilla de gambitas enanas) y el orgullo por la bandera y la patria. Continúa leyendo «Noruega y su 17 de mayo»