
La tortuga Capicúa vuelve al mar

Érase una vez una tortuga boba. No es que fuera tonta, es que alguien optó, un día cualquiera, por llamar así a su especie y así se quedó, «boba». Esta tortuga en concreto tenía nombre. Se llamaba Capicúa. Su madre se lo había puesto porque nació un día y un mes con cuyos números podían leerse igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha, el día 11 del mes 11.
Vivía con su familia en el mar Mediterranéo más contenta que unas pascuas, pululando feliz por las profundidades junto a su madre y hermanos. Pesaba 4 kilitos de peso (casi nada comparada con su madre que pesaba 150 kilos). Continúa leyendo «La tortuga Capicúa vuelve al mar»