Hoy nos hemos llevado una grata sorpresa, «Vacaciones» verá la luz. Se trata de un cortometraje que narrará las aventuras rocambolescas -pero casi reales- de personajes de levante y de la jungla madrileña. Un encuentro en el que no faltarán los musicales de gran vía, chueca, la plaza mayor, los bocatas de calamares y hasta el Real Madrid. El proyecto, en plena crisis, es posible gracias al mecenazgo de muchos amigos. Continúa leyendo «Luces, cámara…¡Vacaciones!»
Villajoyosa es una de las pocas localidades costeras de la provincia de Alicante que ha vivido décadas de espaldas al turismo. Orgullosa por un casi desaparecido pasado industrial y naval, poco a poco ha ido cambiando “el chip” consciente de que necesita turistas para subsistir. Gracias a ello hoy es uno de los mejores destinos “calidad-precio” que se puede encontrar en la costa mediterránea para unas vacaciones sin masificar (y el lugar es de lo más pintoresco). Además, la ciudad ha trabajado en los últimos años en añadir a su sol, playas y buena gastronomía, el patrimonio histórico que su urbanismo no ha destruido. Por ello, y aunque jamás podrá compararse con Cartagena o Tarragona, organiza estupendas visitas teatralizadas a enclaves levantados por los romanos. En un par de años tendrá también su nuevo museo arqueológico (actualmente vacio aunque muy activo en el ámbito de la investigación). No en vano en aguas de Villajoyosa se encontró el pecio romano más grande del Mediterráneo y unas termas monumentales que están en medio del pueblo tapadas por tierra, maleza y crisis económica. Y es que Villajoyosa, la Vila Joiosa (ciudad feliz), es la perdida Allon, municipium romano que antes fue ibero.
Escocia huele a cerveza, a hierba, a espadas, a piedra, a galletas, a mar y a whisky. Además tiene la luna más grande del mundo. Tuve tiempo de ver y oler todo eso porque viví allí un año. Por eso, cuando regresé de vacaciones una década después, intenté no solo verlo todo por primera vez con ojos de turista (muy diferentes a los de estudiante-camarera-limpia hoteles), sino enseñar esas esencias a mi compañero de viaje, a quien contagié las ganas de volver. Nuestro viaje fue entre final de agosto principio de septiembre y tuvo más días de sol de los que nunca había visto. Dicho esto, he de decir que también es un buen lugar para ir a pasar el año nuevo. El verde pasa a ser blanco, los edificios más grises y negros, hace un frío que pela y a las cuatro de la tarde es de noche, pero uno se olvida de todo eso si puede presenciar, el 29 de diciembre, la procesión de las antorchas, en la que cientos de escoceses con sus kilt (faldas) bajan desde el castillo por la Royal Mile. Es como un desfile de los clanes ancestrales…
Nuestro itinerario:
Día 1: Llegada a Edimburgo por la mañana. Visita al Castillo y recorrido por pubs de la Royal Mile
Día 2: Recogida de coche de alquiler. Viaje a las Tierras Altas. Paradas en: Castillo de Blacknees; mansión Callender House en Farlkirk (y búsqueda de la muralla roma,na de Antonino); Estatua de Robert de Bruce (Stirling); Monumento Nacional a Willilam Wallace y Castillo de Stirling; llegada al Bed&Breakfast cerca del Lago Ness.
Día 3: Batalla de Culloden; Castillo de Urquart (Lago Ness); Castillo de Elian Donan Castle; rumbo a Ballachulish para hacer noche, disfrutando del paisaje (Glenfinnan Viaduct).
Día 4: De las Tierras Altas a St.Andrews y noche en Edimburgo.
Día 5: Máximo partido al «Edinburgh Pass». Visitamos: Cámara Oscura, Gladstone’s Land, Writters’s Museum, casa de John Knox, Tour guiado sobre el lado oscuro de Edimburgo; visita a pubs curiosos.
Día 6: Edimburgo. Museo Público de Escocia (impresionante), Holyrood park y Athur’s Seat, Calton Hill, ruta guiada nocturna sobre historias de fantasmas y brujas.
Día 7: Perfecto para visitar capilla Rosslyn y Portobello…