Desde hoy y hasta el domingo Benidorm celebra sus fiesta más ancestral: la “festa de la Carxofa”. No deja de resultar curioso que en un municipio donde la agricultura no existe (más allá de algún huerto particular y de unos futuros huertos para urbanitas), su fiesta de más solera tenga como icono una alcachofa. El motivo es que la celebración se remonta a antes de la Guerra Civil, mucho antes de que Benidorm se convirtiera en una urbe turística.
Según cuentan tienen su origen en un mercado de abastos que se celebraba antes del 36 en la plaza de la Constitución. Su nombre venía de lo que más se vendía: alcachofas (cultivo principal de la desaparecida huerta) y también había otras fiestas dedicadas a alimentos como «la del Pepino», en la calle San Roque.
Las de la “Carxofa” las organizaban unas mujeres apodadas “las filomenas” que tenían una tienda de verdura, según me relató el festero Miguel Rosera hace unos años para el Diario Información. Fue él, Juan “El Calpí” y Miguel “Corrillo” junto con amigos quienes refundaron las fiestas… no después de la guerra, sino varios años después de la muerte de Franco.
Fue el 18 de noviembre de 1978 cuando la “Festa de la Carxofa” volvió a celebrarse en Benidorm. Su emplazamiento fue la citada plaza de la Constitución (llamada del Calpí) y adyacentes. Ya entonces contaba en su programa con un concurso de dibujo, almuerzo (“esmorzar”) en la barraca con embutido y vino de la zona, entrada de banda, concurso de cucañas y xocolatada, además de concurso de bebedores de cervezas, partidas de pelota “a llargues”, etc. La barraca estaba situada delante de la palmera en la calle del Barco y una alcachofa gigante hecha de cartón presidía la fiesta.
Esto- y la presencia obligada de músicos con xirimita y tabalet– se ha repetido desde entonces. Es seguro toparse este fin de semana, en la zona antigua, con una alcachofa gigante… Eso sí, es distinta cada año. El broche final lo pone su “cremà” (que quema malas energías y renueva las positivas 😉 )
También hay constancia de que justo tras la guerra, en 1939, hubo quien intentó recuperar la convocatoria. Su fórmula, más al estilo de feria de productos autóctonos que de fiesta, no tuvo éxito y dejó de organizarse.
Por otra parte, estas fiestas se celebran justo después de las patronales. “El Carreró” dedicó unos versos al respecto: “Cuan la festa El Sofratge baixa el teló, altura festa famosa dobla el cantó… festa de l’alegrança, del bon humor, faixes negres i brusa del llaurador”.
Además del blusón, la alcachofa y la xirimita son típicas de estas fiestas viandas de tradición local como la “farina de dacsa i peix”, las cocas y por supuesto la sardinada.
El programa para estas fiestas arranca hoy a las 22 horas con una degustación de bollos a la paleta en el Restaurante La Rana, ubicado en la calle de Costera del Barco. Terminará a las 23 horas del domingo , con la habitual cremá de La Carxofa, a la que precederán la ofrenda de flores –a las 10.30 horas- y una misa en la iglesia de San Jaime y Santa Ana.
Es una iniciativa excelente. Un saludo.