Tras unos días desconectada, y antes de retomar relatos de las últimas vacaciones, encuentro por casualidad una noticia del 5 de septiembre pasado en el que el ABC titula: Fijan 5 euros el precio por visitar el parque de Segóbriga. Lo leo una segunda vez incrédula. Miro sobre la mesa, bajo el cristal que las cubre, las entradas que guardo de lugares visitados. Ahí está, la del yacimiento romano más importante de la península Ibérica que visité hace más de un año. Lo miro y pienso en la última noticia que tuve del mismo. El anuncio de su cierre por parte del gobierno de Castilla la Mancha. Fue el pasado febrero y tomaba tal determinación pese a recibir 70.000 visitas. Leo el titular de nuevo y pienso que me he perdido algo. Hasta donde se, el parque cerró y antes de verano continuaba activa la recogida de firmas para que siguiera abierto (alcanzándose más de 7.000).

Entonces vuelvo a leer la entrada que escribí sobre mi visita mucho antes de su cierre ( Segóbriga, Uclés y Puebla de Almenara) . Según contaba el año pasado diciembre, nos cobraron 5 euros por la entrada. No entiendo nada. Busco alguna mención de la reapertura de Segóbriga tras su cierre y no encuentro nada. Leo las noticias vinculadas con los «5 euros de entrada» que se acaba de publicar como primicia y lo que encuentro es que el pleno de la Diputación de Cuenca ha aprobado la ordenanza de tasas del parque arqueológico y ha encargado su explotación a la empresa Tragsa. Nada dice sobre si está abierto o cerrado. Nada habla del cierre anunciado y supuestamente ejecutado. Así que busco el teléfono y llamo. Un hombre me atiende al otro lado de la línea. «El parque está abierto de martes a domingo de 10 a 18 horas, si se va por la tarde hay que entrar al menos una hora antes del cierre». Y pregunto: ¿Pero oiga, no habían cerrado el yacimiento en febrero? Y responde: «Si que se anunció, pero al final no cerró, siguió abierto». Pues oiga, qué alegría me da. Abierto y aún con la entrada a 5 euros.

Hace ya años, en mis comienzos profesionales a mediados de la década de los 90, trabajé en pueblos de la provincia de Cuenca, y uno de los cursos fui al festival grecolatino de Segóbriga con los alumnos.
Me alegro que el yacimiento siga abierto, pero no me alegro de un dato que dices y no sé si le das la suficiente importancia ¿Que hace Tragsa, una empresa privada gestionado un yacimiento arqueológico que es es Patrimonio Nacional? ¿Es que no hay personal cualificado para hacerlo desde organismos estatales (aunque sean autonómicos? ¿Es parte del acoso y derribo de los puestos profesionales que son funcionarios, nefando concepto? ¿Hay presupuesto para mil asesores que no se saben que asesoran y no para un puesto de arqueólogo/a y otros puestos que trabajen para el Patrimonio? ¿Qué favores hay que pagarle a Tragsa? Etc, etc, etc…
Gracias por seguir mi blog, pero para poder seguir el tuyo, que está en la línea de cosas que me interesan mucho, tengo que ir al correo electrónico…, cosas de dejar WordPress.com, no podré verlo en el reader 😦