Se llama Gonzalo Sánchez Izquierdo. Hasta que se lesionó, lanzaba el martillo con la Federación Española de Atletismo. El pasado sábado lo que hizo fue lanzarse él al agua para ir y volver nadando a la isla de Benidorm. El regreso lo hizo con los pies encadenados para demostrar que siempre es posible romper barreras. Lo hizo para apoyar a las personas con Síndrome de Down y
otras discapacidades intelectuales. En agosto, repite desafío cruzando el estrecho. La asociación a la que está ayudando se llama Caminar.
