Amanece el domingo y me dispongo a imbuirme en plena Edad Media, son las 5 de la mañana y suena el despertador, él no quiere faltar a la cita y nos dirigimos al lugar, la plaza de España de Alcoy. No sé qué va a pasar pero la plaza está abarrotada. Hace frío pero me dan un “herberet” que da paso a un calor… A las 6 el repique de las campanas es ensordecedor, suena música y comienza lo que llaman “Diana” y por la hora tiene su lógica. Me explica que “salen todas las filaes, primero los cristianos, porque en unas horas comienzan a desfilar, y luego los moros, pero solo una escuadra de cada, hay tres puntos de inicio, primero…” pero no dejan de ser las 6 y el día se presenta algo más que largo y no deja de llegar más gente y más y más…
Tras recuperar fuerzas con un buen almuerzo me lleva al inicio de la entrada, a lo que ellos llaman “el partidor”. La cantidad de festero es impresionante, las calles están atestadas de gente que acude rauda a ocupar sus asientos, llegamos a “la Font redona”, ahí es donde siempre quedan para salir y se emociona recordando a su abuelo, no en vano ha desfilado cerca de 30 años… y al fin llegamos. Se trata de una calle estrecha, conocida como “Sant Nicolauet”. Todo parece preparado, pero de música nada de nada, me dice que mire a un balcón. En ese momento un festero comienza a hablar y con la frase “per Alcoi i per Sant Jordi, avant l´entrà cristiana 2013” los primeros timbales comienzan a retumbar.
Me relata sus vivencias, sus recuerdos, sus primeras entradas, su primera escuadra… Me cuenta que en ese tramo la música se te mete dentro y te transporta a otro mundo y comienzo a sentirlo, pues en esa especie de desfiladero la música resuena como si cientos y cientos de músicos tocaran a la vez. Por fin y tras avituallarnos con la refrescante bebida festera, la mentireta (mezcla de café licor y limón granizado) llegamos a nuestras sillas. Si por la mañana había gente en la Plaza ahora ya ni hablamos.
La entrada comienza con una especie de timbaleros y trompeteros que dan paso a la filà que tiene el Capitán, el cargo más importante de ambos bandos. Esta vez les toca a los Labradores, la suya, y sus recuerdos relatan cómo hizo la escuadra especial infantil hace 28 años (puede verse en el siguiente vídeo a partir del minuto 8, 50»).
Otra vez las campanas avisan de algo importante. Es la entrega de llaves al Capitán. Unos miembros de la filà Alcodianos se acercan a la carroza y una niña le hace entrega de las mismas. “Alcoi es masera” me dice. Y comienzan a desfilar por delante nuestra uno tras otro, los cristianos. El boato de los “maseros” da paso a la escuadra especial, se trata de una escuadra que se realiza con un diseño diferente al de la filà. En Alcoy sólo Capitán, Alférez y “el mig” pueden tener traje especial. Es un diseño que se hace para esos festeros, ellos lo estrenan pero luego no se lo quedan, se alquila en otras poblaciones. La entrada prosigue y entre recuerdo, anécdota y trago de mentireta, las tropas cristianas van desfilando al son de marchas cristianas. Maseros, Cides, Asturianos, Contrabandistas con una navaja inmensa en manos de su cabo que deja boquiabierto por su buen hacer, Aragoneses, Alcodianos, Cruzados, Montañeses con su coraza de escamas y la escuadra especial pues ellos son “el mig”, Tomasinas, Navarros, Almogávares, Mozárabes, Vascos….llegamos al Alférez. Les toca a los guzmanes. Representan a las tropas de Guzmán el Bueno y traen en el boato un pueblo medieval con sus casas, iglesias y nobles…. Impresionante su escuadra especial. De aquí raudos a comer que en un rato vienen los moros.
Por la tarde optamos por ir directos a nuestras sillas puesto que en el partidor la historia es la misma, de nuevo mentireta para aguantar el espectáculo que nos espera y a esperar… Los primeros timbales resuenan y preceden un desfilar diferente al de la mañana… del vigor, la alegría de los cristianos, pasamos a un especie de sensualidad en el andar, las caras de los festeros es diferente, su mirada es entre desafiante y conquistadora, eso sí les une la sonrisa, esa sonrisa a caballo entre el estar haciéndolo bien y que el espectador lo pase bien. Es otro colorido, otro ambiente, ni mejor ni peor que el cristiano… simplemente diferente.
A eso de las 18:10, casi una hora después de que comenzaran a pasar los Benimerines, que son los más jóvenes en la fiesta, sólo 33 años, su Capitán entra en la plaza. Hay campanas pero no llaves. Esas se las tendrá que ganar pasado mañana. Me deja casi sin habla el conjunto, su traje diría que austero pero sublime, la carroza limpia, sin ornamentos, lo importante es él y sus dos pequeños acompañantes, el coro que le precede con más de 100 componentes y la banda de música que le sigue… simplemente espectacular. Llega la escuadra especial y culmina lo anterior, su colorido, su maquillaje, su compás tan armonioso, me deja sin habla…él sigue emocionado.
Tras los Benimerines, llegan los Berberiscos (conocidos como “Bequeteros”), los Realistas, los Marrakesch y sus falditas (con estos te imaginas callejeando por Fez o Casablanca), los Abencerrajes con su túnica amarilla y rayitas verdes. En este punto de la entrada he de decir que me sorprende tanto el buen hacer de los cabos, teniendo en cuenta que alguno los 70 años no los cumple ya y que otros pueden tener menos de 30… es como si todos estuviesen cortados con el mismo patrón. Igual ocurre con las bandas de música. Algunas incluso van ataviadas de forma muy similar a la de la filà con la que desfilan.
Sigue la entrada con los Mudéjares, los Ligeros y su escuadra especial por ser el mig con un diseño africano total (ahora parece que estés cerca de las minas del rey Salomón), Cordón (llamados así por uno de sus capitanes, Antonio Cordón, antes se llamaban cuarta de Lana, debido al material de su traje y destacan por su pluma), la Magenta (por el color de sus bombachos), Verdes (por idéntico motivo), Chano, Domingo Miques (o Miqueros), Judios y al fin (es que una no está acostumbrada a estar tantas horas, si horas, sentada en una silla de madera viendo pasar festeros) el Alférez. Este año le corresponde a la Lana…una de las más numerosas. La escuadra de la filà abre paso a un boato muy colorido, destacando los colores claros y los vivos por aquello de la hora… las 20:30. Tras todo un muestrario de lanas… la esperada escuadra especial y última de las entradas. Diferente a los tonos empleados en el boato destaca la palmera dorada frontal que llevaban desde el pecho casi a los pies.
La noche sigue cayendo, lo oscuridad gana terreno, la entrada se va apagando en la calle mientras entran las ganas de regresar, de ver y sentir por primera vez las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.
Las fiestas se celebran cada 22, 23 y 24 de abril, pero en ocasiones varían de fecha dependiendo de la Semana Santa.
Muchas gracias a Ismael y Macu por sus fotos y a Carlos por enseñarme sus fiestas
Impresionante, efectivamente es transportarse a otra época y en otro mundo, espero conocerlo personalmente. Mi enhorabuena por la explicación y fotos tan vistosas !!!
Fenomenal, me ha gustado mucho.
Muchas gracias vecina!! Qué ilusión verte por aquí. Un abrazo