
Hasta el 1 de junio la Biblioteca Nacional de Madrid acoge una exposición sobre la Generación del 14 con motivo de su centenario. La muestra sorprende nada más entrar con la imagen de un interesante Sigmun Freud que muestra la inquietud de aquella España en absorber todo tipo de ideas (el primer idioma al que las obras de Freud fueron traducidas fuera el nuestro, por encargo de José Ortega y Gasset y Luis López).
Tras la imagen del traductor de los sueños, se avanza repasando la influencia de muchos más personajes, españoles, de una época fértil, una sociedad avanzada en la que hubo una auténtica revolución técnica, arquitectónica, literaria, musical, científica y por supuesto social.
Destaca en este aspecto el papel que iba adquiriendo la mujer española en la sociedad y que se vería relegado décadas después tras la Guerra Civil. Una mujer inquieta, interesada por formarse y participar de lleno en las decisiones, que se formaba dentro y fuera de nuestro país y organizaba tertulias que hablan de todo lo que hasta entonces no se consideraba femenino.
Se constata también la evolución de una generación de hombres y mujeres que impulsó el inicio de una II República que Azorín llamó «la República de los Intelectuales«. A uno de ellos se escucha gracias a los documentos que se incluyen del Archivo de la Palabra. Juan Ramón Jimenez, recita al poeta persa Abu-Said: «Le pregunte a mi amada: Para qué te embelleces tanto? Para gustarme a mi misma – me contestó-. Porque hay instantes en que soy, a la vez, el espejo, la mirada y la belleza; instantes en que me siento a la vez, el amor, el amante y la amada».
Otros rostros también se suceden. Personalidades cuyas ideas o escritos fueron anulados tras el golpe de estado, la guerra Civil y la larga Dictadura militar que llegó después. La exposición, sin embargo, recoge documentos anteriores a ese periodo de sombra, como el ejemplar número 4266 del Diario Sol, (precio 10 céntimos) cuyo titular rezaba: «Ayer, con un orden absoluto y un entusiasmo frenético, quedó instaurada la República en España». El antetítulo decía: «Se ha cumplido, plenamente, la voluntad nacional».
Junto a la enseñanza, la literatura y la política la exposición se mete de lleno en los avances científicos mostrando los instrumentos creados por aquella generación que lo revolucionó todo. Una generación a la que, según dijo Gregorio Marañón, «se debe un golpe de timón que puso definitivamente la nave de la ciencia española proa al universo».
La entrada es gratuita. La biblioteca Nacional está en el Paseo de Recoletos 20, muy cerca de las estaciones de Metro de Colón y Serrano.