Entre las historias que nos contó en Cuevas del Almanzora la entregada recepcionista nos dejó de una pieza la historia de uno de sus antiguos moradores, Diego de Guevara, un conquistador almeriense del que jamás oí antes hablar y que se dice que intentó hacer un Reino Morisco a orillas del Níger con los andalusíes expulsados su tierra en España. Pero ojo, que no sólo allá por África se le consideró un gran conquistador y estratega, sino también como el fundador de una nueva dinastía, o una nueva “raza”, los “Arma”…

Según nos relató Maríangeles,  “Diego, a quien llamaban Joder Pachá (también como Yuder), fue un explorador morisco que nació a mediados del XVI y que murió en Marrakech en 1605. Lo de “Joder” le venía de una expresión que decía mucho y lo de Pachá por su cargo en el ejército de sultanes para los que ganó grandes batallas…”. Viéndonos interesantísimos, pero sabiendo quizá que si proseguía el relato nos perderíamos los lugares a visitar, la amable funcionaria nos dio junto a los folletos un folio impreso con la primera parte de la historia de ese a quien en África llamaban “Joder”.

El pedazo de papel nos fue destapando una vida de película. Nacido en Cuevas, en el seno de una familia morisca que huyó tras el levantamiento de las Alpujarras, siendo joven le capturaron en una incursión turca y le llevaron prisionero ante el sultán de Marrakech. Para él, con gran esfuerzo, se fue haciendo un nombre en el ambiente militar, hasta que un nuevo sultán, Ahmed al-Mansur, le puso al mando de sus tropas, más de 4.000 hombres (de todas partes llegados) con los que atravesó el Sáhara hasta las puertas de la Curva del Níger.

Allí el almeriense se instaló el ejército a ambos lados del río. A uno, europeos. A, andalusíes. En el centro, Joder, como no podía ser menos, protegido por el Níger. Listo, embistió y conquistó  Tombuctú, ciudad de la que yo jamás había oído hablar, y que al parecer era capital de todo un imperio allá en el África.

Mientras instauraba el nuevo orden, la curiosa comunidad andalusí se integró entre las gentes del lugar rápidamente (lo que tampoco me extraña), formando esa nueva étnica africana de costumbres y lengua castellana, de la que al parecer se tienen referencias hasta el siglo XIX. Hoy, según la Wikipedia, aún muchos de aquel lejano lugar “se aferran a su origen andaluz, utilizan palabras castellanas y recuerdan al conquistador que fundó su dinastía, aunque no dejó ninguna descendencia, porque era eunuco, el almeriense Yuder Pachá”.

PD: Si probáis a buscar películas y libros sobre Tombuctú, os llevaréis una sorpresa. Hablan de todo, menos de lo que fue. Os cito dos ejemplos: Es el título de un libro de Paul Auster que va sobre un perro de un vagabundo. También es una peli de Berlanga sobre un cirujano plástico aburrido. Y yo que al tema lo imaginé “en cinemascope” desde que me lo contaron…

Os dejo otros enlaces donde podéis bucear más en la historia de este personaje tan curioso:

“Los Arma, la desconocida historia de los españoles negros”; “Joder Pachá…”; Exploradores olvidados en África; Andalusíes en Tombuctú; y La ciudad sagrada de Tombuctú