No es extraño que llamen «la estación fantasma» a la de Chamberí, en Madrid, musealizada bajo el proyecto Andén Cero por Metro Madrid. Visitarla te lleva directamente a una época desaparecida gracias al mantenimiento y reparación de su estética original y al documental que se visiona en una pequeña sala al inicio de la visita.

Es sorprende descubrir desde esta pequeña estación que el Metro de Madrid empezó con el objetivo de aligerar el colapso -ya existente al comienzos del siglo XX- que sufría el centro de la ciudad con cerca de 400.000 personas que lo atravesaban para acceder a vehículos con los que ir y venir de sus hogares a sus trabajos. Unos vehículos que habían pasado de los «coches de punto»  a omnibuses (diligencias para ricos), tranvías y autobuses, pero no al subterráneo que ya disfrutaban en capitales europeas como Londres, Budapest, París o Berlín. En Madrid hubo de esperar hasta pasado 1914, fecha en que se presentó el proyecto de ferrocarril metropolitano para alcanzar 25 km por hora, que lanzaría cada dos o tres minutos trenes en los que cabrían 250 personas para hacer en 10 minutos trayectos como el de Cuatro Caminos a la entonces denominada Plaza del Progreso.

Imágenes del metro de aquella época se ven en el documental junto a los usos dados durante una Guerra Civil que les dio un nuevo uso: muchos vagones fueron transformados en ambulancias del Socorro Rojo Internacional y las estaciones fueron refugios que, ante la ingente cantidad de personas que acogían, terminaron produciendo problemas sanitarios de consideración.

Finalizado el documental en una pequeña sala ubicada nada más entrar a la izquierda, atraviesas la entrada a la estación entre sus taquillas, en las que pueden verse en formato cartón las cajeras de la primera época (jóvenes que fueron el motivo por el que muchos hombres bajaban a viajar en metro dado que no era muy habitual ver féminas en esos trabajos).

Después, bajando por el túnel entre azulejos que recuerdan al Metro de Lisboa, se llega al Madrid subterráneo de los años 50, con sus anuncios de la época en las paredes que chocan con el paso de sorpresa que realiza el actual metro sin parar. Y es que esta estación, ubicada entre la de Iglesia y Bilbao, lleva cerrada desde 1966 por quedarse corta para tanto viajero.

La estación está en la Plaza Chamberí, su entrada es gratuita y su horario es: Jueves de 10:00 a 13:00 horas; Viernes de 11:00 a 19:00 horas; Sábados y domingos de 11:00 a 15:00 horas y festivos que coinciden con los días de apertura y en horario del día semanal correspondiente (menos Navidad y Año nuevo).