Las legiones romanas volverán a Villajoyosa  el fin de semana del 10 y 11 de mayo, con el nombre de Festvm Allonis. Se trata de la tercera edición de esta cita de recreación histórica que una vez más llega de la mano de la Asociación Cultural Hispania Romana.

La vuelta de las legiones a la antigua ciudad de Allon (que se cree que pudo ser Villajoyosa) se debe a que es el único municipio que posee aún restos de un campamento militar romano, construido durante las Guerras Sertorianas (hacia 75 aC). El campamento tenía capacidad para una cohorte (unos 500 soldados), que debía defender el puerto marítimo y obtener suministros de la comarca destinados a los frentes de batalla, según apuntan desde Vilamuseu.

El “Festvm Alonis” pretende recordar que Allon fue una de las nueve ciudades romanas que hubo en la Comunidad Valenciana (solo 4 en la provincia de Alicante), con un  territorium (término municipal) que abarcaba toda la comarca de la Marina Baixa, y recuerda también aquella presencia de una tropa romana en las Guerras Sertorianas.

El programa para el público comienza el sábado a las 12 horas con visita teatralizada a la torre funeraria de Sant Josep (5euros) y ya por tarde con la visita al campamento romano que se montará en la Playa Paraíso. De 17 a 19 horas, en pases de 20 personas, se podrá realizar un recorrido entre los soldados de la mano de los miembros de la Asociación Hispania Romana, y después, de 19 a 19,45 horas, poder asistir a una charla sobre nutrición y gastronomía romana a cargo de Toletanus, Salvador Pacheco, también en el campamento.

Al día siguiente, domingo, de 11 a 13.30 horas habrá demostración del ejército y sus gladiadores en la desembocadura del río Amadorio, al final de la playa Centro de Villajoyosa, junto al casco antiguo.

La primera vez que las legiones regresaron a Allon fue en 2012, con el grupo «Legio VIIII Hispana«, que utiliza las equipaciones de la época, siguiendo unos manuales y protocolos que se ciñen a lo investigado. Con ellos viajó un grupo centrado en el mundo civil, con las mismas características que el anterior, con quienes dieron vida a lo que normalmente la gente ve en el interior de un museo. Los «caligae» (sandalias militares) de la legión hollaron el foro, las calles y los dos cruces de caminos romanos conocidos en la ciudad, donde oficiaron ceremonias a los «Lares compitales». Además sus ingenieros militares montaron un campamento a las afueras, junto a la torre funeraria de Sant Josep.

El grupo recreacionista logra meterse de lleno en la vida tal cual era en época romana, con sus ropas, sus creencias y hasta con el tipo de comidas que les alimentaba…